Para empezar, quiero decir, personalmente como estudiante creo que para ejercer la docencia uno tiene que aprender a ser “emocionalmente inteligente” como los mismo esperan que aprendamos a ser, sin embargo “para predicar primero, debes dar el ejemplo”. Creo que no es muy inteligente emocionalmente arremeter contra el alumnado, aplicando supuestamente mano dura cuando es demasiado evidente el disgusto de no poder recibir una crítica, un comentario negativo o porque sencillamente no aceptamos que por más mayores que sean pueden llegar a equivocarse, es inmaduro entrometerse en asuntos personales con la excusa de que solo quieren lo mejor para nosotros y solo lo hacen con el fin de meterse para luego juzgar sin algún tipo de piedad, si, es cierto que se cometen errores en ocasiones.
Suelen haber acciones y reacciones injustificables por parte de los docentes, que nadie menciona en voz alta.
Y por Dios, que son esas cosas, sí, puede que la comunicación entre alumno y docente es algo bueno, pero hay LÍMITES, digo, es posible que quieran condenar a alguien por defenderse, o tener una opinión diferente, pero ¿Y las cosas más importantes?
Intentar voltear o cambiar la historia aclamando que la culpa es del estudiante, no quita para nada que todos conozcamos la verdad de los hechos.
Amenazar no sirve más que para demostrar lo bajo que está cayendo la profesión docente.
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